
La historia de las hortensias en Gramado comenzó en 1918, cuando el matrimonio formado por Osvaldina y João Leopoldo Lied trajo de Río de Janeiro las primeras plántulas de esta flor, que pronto se extendió y se convirtió en símbolo de la ciudad. Cuarenta años después, en 1958, el legado cobró fuerza con la creación de la Fiesta de las Hortensias, hito del inicio del turismo en el municipio.
Ahora, durante la 37ª Festuris – Feria Internacional de Turismo de Gramado, esta trayectoria ha ganado un nuevo capítulo con el lanzamiento del Proyecto Hortensias, en un acto simbólico de plantación de las flores que desde hace décadas representan el alma y el encanto de la Serra Gaúcha.
Ideado por la empresaria Beatriz Gehlen, con la curaduría de Luciana Thomé y la realización de Rossi & Zorzanello, el proyecto nace con el propósito de rescatar la esencia de Gramado y fortalecer el sentimiento de pertenencia de la comunidad. A través de acciones educativas, culturales y sociales, el movimiento propone conectar el pasado, el presente y el futuro de Gramado, ciudad que se ha convertido en una referencia mundial en turismo por su hospitalidad y belleza natural.
Uno de los ejes centrales de la iniciativa es la integración con la red educativa, involucrando a los alumnos de las escuelas del municipio en actividades que van desde la plantación de hortensias hasta talleres y materiales didácticos sobre la flor símbolo y su importancia para el turismo local. También está prevista la creación de un libro infantil y un juego pedagógico, reforzando el compromiso con la educación y el fortalecimiento de los valores de la comunidad desde la infancia.
El director general de Festuris, Eduardo Zorzanello, reforzó el carácter transformador de la iniciativa. «Este proyecto rescata la historia, rescata la esencia y, lo más importante, va al encuentro de la base. Es un agente transformador. Estamos hablando de educación, de formar nuevos ciudadanos con valores, y estaremos allí junto a ellos», comentó.
La empresaria Beatriz Gehlen, creadora y embajadora del proyecto, se emocionó al recordar la historia de la flor que transformó la ciudad en uno de los destinos más encantadores del país. «Estamos aquí para plantar esta hortensia, que fue el embrión de los grandes eventos de años pasados y seguirá siendo nuestra fuente de inspiración, desarrollando nuestro sentimiento de hospitalidad y encanto», dijo la embajadora del proyecto.
El Jardín Municipal de Gramado se ha dedicado incansablemente a la producción de nuevas plántulas, con equipos trabajando para garantizar la plantación en diferentes puntos de la ciudad. El Proyecto Hortensias representa el inicio de un movimiento de valorización de la identidad local, celebrando el legado, la belleza natural y el espíritu acogedor que hacen de Gramado un destino único.





























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